¿Qué dicen las heces de tu perro?
Un vistazo a la salud de tu mascota
Aunque resulta una tarea no muy grata, revisar la consistencia, color y contenido de las heces fecales es una forma de estar al pendiente de la salud de tu mascota. También es un indicador de la buena o mala alimentación de tu peludo.
En términos generales, “la popo” normal de un perro debe ser expulsada con facilidad; debe ser firme, bien formada, húmeda, de color marrón oscuro y sin cuerpos extraños (sangre, pelos o gusanos).
Por supuesto que puede haber variaciones ocasionales por algo diferente en su alimentación como cuando ingieren pasto, o están recibiendo algún medicamento, o después de una cirugía; pero si esas variaciones persisten sin causa aparente, lo mejor es consultar a tu médico veterinario de confianza.
Las heces fecales con un color distinto al marrón oscuro indican que los intestinos no están trabajando adecuadamente.
Si las heces son de color negro podría ser algo tan sencillo como una alimentación alta en hierro, pero también podría tratarse de la presencia de sangre acumulada en el tracto digestivo indicando úlceras, tumores o traumatismos, por lo que es importante acudir a una revisión.
Cuando son de color verdoso puede ser una alergia o reacción al alimento, o simplemente que tu peludo ha comido mucha hierba.
El color blanquecino puede revelar un problema biliar. Algunos especialistas sugieren que en perros que tienen una dieta BARF, ésta tonalidad puede indicar un exceso de calcio en la alimentación.
Finalmente, la tonalidad rojiza puede ser consecuencia de una hemorragia en el colon, infecciones bacterianas, parásitos, colitis o traumatismos. Si hay sangre en las heces es mejor acudir de inmediato al médico.
En cuanto a la consistencia, las heces fecales deben ser firmes, pero no duras. Cuando son duras y secas es posible que tu peludo esté deshidratado o sufra de estreñimiento. Checa también si se esfuerza demasiado.
Cuando las heces son sueltas o líquidas puede haber varias causas. Desde intolerancia a algún alimento, puede haber comido algo en mal estado o incluso a causa del estrés.
Igual que nos ocurre a los humanos a veces el estómago está más sensible y cualquier alimento nos puede caer mal. Pero si las heces siguen siendo blandas o líquidas por al menos dos días, puede haber una infección, parásitos o alguna afectación en el páncreas, el colon o el intestino. Nuevamente la recomendación es acudir al médico.
En cuanto al aspecto, debe ser firme, uniforme y sin cuerpos extraños. Si notas puntos blancos es posible que haya parásitos internos.
Es normal cierta mucosidad en las heces, pues es lo que facilita su expulsión. Sin embargo, si la mucosidad es excesiva, esto también revela inflamación intestinal, infecciones bacterianas o mala digestión.
Y del olor… de ese mejor no hablamos. Por cierto, recuerda siempre recoger la popo de tu peludo.