Las garras del gato
La importancia de su cuidado para el bienestar de tu mascota
De todos es conocida la afición que los gatos tienen por arañar, lo que a veces se convierte en un problema cuando lo hacen en los muebles del hogar.
Cuando un gato araña alfombras, sillones , cortinas o cualquier otro objeto no es por maldad.
Arañar es un comportamiento natural en los felinos y lo hacen para mantener en buenas condiciones las garras, que no sólo son su principal herramienta para luchar, defenderse y cazar, sino que también les ayudan a mantener el equilibrio y a sujetarse al trepar.
Cuando arañan también se comunican con otros gatos, pues al rascar un objeto el sudor se deposita en la superficie, marcando así su territorio. Y por si fuera poco, al arañar también estiran sus músculos y liberan el estrés.
En general los gatos tienen 18 dedos. Cinco en cada pata delantera y cuatro en cada pata trasera y esconden sus garras en una especie de funda.
En realidad nadie puede decir con certeza si los gatos arañan para cortar sus garras o para afilarlas. Lo cierto es que cuando tenemos un minino en casa lo mejor para todos es que sus uñas estén cortas y sanas.
Lo ideal es acostumbrar a tu peludo desde pequeño al corte de uñas. Siempre con cortaúñas especiales para mascotas. Si no sabes hacerlo, acude al veterinario. Recuerda que si lo lastimas le quedará grabada la mala experiencia y después será muy difícil que se deje otra vez.
Cuando el gato tiene sus garras guardadas y aún así se logran ver, es tiempo de cortarlas.
Las uñas deben ser fuertes. Pon atención si tu gato se lame las patas excesivamente, cojea, camina con dificultad, tiene dolor, si ha dejado de rascar o si sus almohadillas están hinchadas, con alguna deformación o enrojecimiento.
Podría tener uñas enterradas, astilladas, hongos o incluso quistes en medio de los dedos.
Finalmente recuerda que por el bienestar de tu mascota, de la familia y de tus muebles, a un gato nunca le debe faltar un rascador.