Las almohadillas de los perros y su importancia
Las almohadillas o cojinetes de tu perro son como los zapatos para el humano. Su función es la de proteger sus patas ayudándolo a mantener el equilibrio, a soportar su peso y amortiguar los golpes.
Es una de las zonas más sensibles de tu mascota. Cuando es cachorro los cojinetes son suaves pero se van endureciendo con el tiempo, al contacto con las diversas superficies.
La piel de las almohadillas es gruesa y contiene una capa de queratina que la hace resistente al roce con el suelo. Tiene glándulas sudoríparas para mantenerse hidratada y una capa de grasa que amortigua los movimientos y evita daños en huesos, dedos y articulaciones.
La buena condición de las almohadillas es imprescindible para que tu perro camine con normalidad, por eso debemos evitar lesiones fortaleciendo sus cojinetes, cuidando las zonas por dónde va a pisar y checando sus patas para detectar heridas o llagas.
Las principales lesiones son las producidas por materiales punzocortantes como cristales o metales, las provocadas por la fricción al caminar por largo tiempo en terrenos duros, las causadas por quemaduras al contacto prolongado con el asfalto muy caliente o en superficies como nieve o hielo y las grietas que se deben casi siempre a las bajas temperaturas.
Pon atención a tu perro. Si cojea, se muerde o se lame constantemente las patas, revisa sus cojinetes pues podría tener una lesión.
Ya sea una herida ligera o sangrante, acude a tu médico veterinario para tratarla correctamente y evitar complicaciones.