La tos de las perreras
Mejor conocida como la tos de las perreras, la traqueobronquitis infecciosa canina es una enfermedad muy contagiosa causada por varios agentes como el virus de la influenza canina, el adenovirus canino tipo 2 y la bordetella bronchiseptica.
Se contagia de un perro a otro a través de la tos o los estornudos, también al compartir alimentos, platos o el agua. Por su facilidad de contagio los lugares más propicios para su propagación son aquellos donde se reúnen muchos animales al mismo tiempo como los parques, refugios, guarderías, estéticas, exposiciones caninas, en clases de entrenamiento e incluso cuando un paseador de perros lleva varios animales.
La bordetella es la bacteria más común que causa la enfermedad, provocando inflamación en el tracto respiratorio, por lo que la tos puede aparecer cuando tu perro realiza ejercicio o al contacto del collar durante el paseo.
Los síntomas aparecerán entre los 3 a 10 días después de haberse contagiado y entre ellos se encuentran: Tos seca, fiebre, mucosidad, náusea, pérdida de apetito y letargo.
La tos de las perreras no es una enfermedad mortal, pero si no se atiende a tiempo puede complicarse sobre todo en cachorros, perros de edad avanzada o aquellos que tienen problemas en su sistema inmune.
Aunque no suelas acudir a lugares con muchos perros tu mascota no está exenta de contraer la enfermedad, ya que simplemente en el paseo diario, si llega a tener contacto con un perro enfermo, se puede contagiar.
La vacuna Bordetella es la mejor defensa contra la bacteria que causa la enfermedad, pero recuerda siempre consultar con tu médico veterinario.
