Veterinario revisando la oreja de un gato

La sarna de los oídos

La sarna es una enfermedad altamente contagiosa causada por ácaros que se alimentan de la piel produciendo un picor intenso. Se identifican diversos tipos de sarna, pero hoy hablaremos de la Sarna otodéctica o sarna de los oídos.

Esta sarna la produce el ácaro Otodectes Cynotis al alojarse en el pabellón y la parte exterior del canal auditivo. Se alimenta de la secreción de glándulas y de la epidermis del conducto, causando resequedad y dejando múltiples heces que provocan un picor intenso al animal afectado.

Sin importar la raza cualquier perro o gato puede padecerla, aunque es más frecuente en los felinos y en perros pequeños.

La Sarna otodéctica es fácil de diagnosticar y de tratar si se detecta a tiempo. De lo contrario puede derivar en otitis, infecciones en la piel, heridas en cabeza, cuello o detrás de las orejas e incluso la sarna puede extenderse a otras partes del cuerpo.

Si tu mascota se rasca constantemente las orejas o sacude incesantemente la cabeza, revisa sus oídos. El ácaro no es visible al ojo humano, pero las heces que deja se acumulan tanto que pueden verse a simple vista (puntos negros). También puede aparecer una secreción oscura formada por sangre y cerumen que produce costras.

Foto del interior de la oreja de perro

En casos graves puede provocar fiebre, mal olor en las orejas y tu peludo puede presentar tristeza o desánimo. La comezón puede ser tan intensa, que la mascota empiece a correr en círculos en dirección de la oreja afectada.

Como mencionamos al inicio, la sarna del oído es altamente contagiosa por contacto directo entre animales. Con sólo agitar la cabeza puede pasar de un animal a otro. Si tienes varias mascotas todas podrían padecerla. En tal caso debes aislar al enfermo, limpiar sus camas, cobijas, peines y demás objetos de tus peludos y por supuesto acudir de inmediato al veterinario, quien con un sencillo examen determinará si se trata de la sarna otodéctica.

Recuerda que es mejor prevenir, por lo que debemos revisar periódicamente sus orejas y estar atentos siempre a la conducta de nuestro gato o perro.

Finalmente debemos dejar en claro que la sarna otodéctica o de los oídos NO SE CONTAGIA A LOS HUMANOS.

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