La coprofragia

Cuando tu perro se come su excremento…o el de otros!

La coprofagia es el hábito que tienen los perros de comer heces fecales ya sea propias o de otros animales. Existen muchas teorías que intentan explicar este comportamiento pero no hay nada comprobado al respecto. 
Por naturaleza las hembras suelen comer el excremento de sus crías tanto para “borrar” el rastro y proteger a sus cachorros de los depredadores, como para mantener limpio el lugar dónde se encuentran. Entonces puede ser un hábito aprendido o por imitación. El problema es que dicho comportamiento se mantenga en la edad adulta o aparezca de la nada en alguna etapa de la vida de nuestra mascota.
Aunque esta conducta es muy desagradable, si tu perro come sus propias heces no le hará daño. Sin embargo si es de gato puede ser tóxica y si es de otros animales puede adquirir parásitos o incluso enfermedades. De ahí la importancia de corregir el problema. 
Una de las teorías que se menciona con más frecuencia en relación a este comportamiento es la falta de algún nutriente en la dieta del perro, por lo que un primer paso sería consultar con el veterinario si el alimento que le das a tu mascota es el correcto de acuerdo a su talla, edad y actividad física. 
También se piensa que es porque intentan mantener limpio su espacio, por aburrimiento, por hambre, curiosidad o para llamar la atención. 
Si tienes este problema con tu peludo la prevención es importante. Recoge lo antes posible su excremento y cuida que no coma heces de otros animales cuando lo llevas a pasear. 

Como no hay certeza de lo que causa esta conducta tampoco se sabe a ciencia cierta cómo corregirlo.
Actualmente existen algunos suplementos que ayudan a disuadir al perro de comer sus propias heces, pero lo recomendable es acudir al veterinario para que sea él quien te ayude a determinar las causas, buscar una solución, o recomendarte un especialista en comportamiento animal si es que se sospecha que hay una causa emocional.

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